Antaño y hasta principios de los años setenta, en las fiestas patronales dedicadas a San Vicente, se celebraba el peculiar "baile dos toxos" en el interior de las cuadras, con el suelo cubierto de tojos, para que las grandes nevadas que antes se producían en los meses invernales no estropeara las fiestas. Podían pasar quince o veinte días sin poder sacar las vacas a los prados, debido al mal tiempo. Es evidente que el cambio climático también ha llegado a O Courel. En el año 2000 aproximadamente, se ha vuelto a recuperar esta tradición pero ya al aire libre, puesto que el clima en la sierra parece más benigno.