En 1918 es comprada por un emigrante de O Courel, que había estado en Cuba, Ricardo Locay Páez. En 1.920, fue transformada en planta eléctrica (Electra del Lor), que abastecía siete poblaciones de O Courel, en molino y aserradero hidráulico, pasando de una producción semiartesanal a una industrial, donde se mantuvo hasta los años 90.